Sólo muere quien cae en el olvido, y tú Juan, jamás lo has hecho.
No te vi jugar y te añoro, no te conocí y aún así te siento, aún así te admiro. Son muchos ratos los que he pasado viéndote en entrevistas, partidos, reportajes, etc; intentando asimilar que jamás conoceré un jugador como tu fuiste, una persona tan entregada, natural y leal como tu eres.
Defines el madridismo que muchos sentimos, ese madridismo pasional y feroz, capaz de sacar de nosotros lo mejor, lo peor y ambas a la vez con una diferencia de minutos, de segundos. No hay nada que reprochar en tus comportamientos, pues siempre fuiste tú, nos mostraste al cien por cien quien era Juan Gómez, "Juanito", por eso hoy todos tenemos la sensación de haber perdido a un amigo, a un conocido o a un ídolo. En algún momento cualquiera hemos sacado ese Ultra Sur, ese Juan Gómez que llevamos dentro.
No me quedo con tu mítica frase de "90 minuti en el Bernabeu son molto longo", ni con tus goles, ni si quiera con aquella salida del campo en la que tu felicidad no cabía en ti; me quedo con tus valores, tus arrepentimientos, tus sentidas formas de pedir perdón, puesto que a quien admiro es a tu persona, Juan.
Cada día de partido ochenta mil almas se unen en un sentimiento que te recuerda y te honra; ese minuto 7 que no te deja caer en el olvido, por que tu nunca te fuiste, por que tú, Juan, eres E7ERNO.
Ahora estás demasiado lejos de nosotros, pero a la vez te llevamos tan dentro.
Defines el madridismo que muchos sentimos, ese madridismo pasional y feroz, capaz de sacar de nosotros lo mejor, lo peor y ambas a la vez con una diferencia de minutos, de segundos. No hay nada que reprochar en tus comportamientos, pues siempre fuiste tú, nos mostraste al cien por cien quien era Juan Gómez, "Juanito", por eso hoy todos tenemos la sensación de haber perdido a un amigo, a un conocido o a un ídolo. En algún momento cualquiera hemos sacado ese Ultra Sur, ese Juan Gómez que llevamos dentro.
No me quedo con tu mítica frase de "90 minuti en el Bernabeu son molto longo", ni con tus goles, ni si quiera con aquella salida del campo en la que tu felicidad no cabía en ti; me quedo con tus valores, tus arrepentimientos, tus sentidas formas de pedir perdón, puesto que a quien admiro es a tu persona, Juan.
Ahora estás demasiado lejos de nosotros, pero a la vez te llevamos tan dentro.
Gracias de corazón.
¡SÓLO RMCF!
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